Carlos Borzi – Octubre 2020

Un deportista es considerado de alto rendimiento cuando demuestra en competencia muy elevados niveles técnicos, físicos, psicológicos, intelectuales y tácticos. Cada uno de estos aspectos es en gran parte heredado, favoreciéndolo para alcanzar el alto nivel. Los más talentosos necesitan de una determinada carga horaria desde la infancia para lograrlo, y son los que por lo general representan al país. En el fútbol es tradicional, no justificado, entrenar en equipo un par de horas cada día. Pero los menos talentosos, que son la mayoría, necesitan muchas más horas de preparación para aproximar su poderío a los virtuosos. Relacionemos esto con las 6-8 horas que los jugadores profesionales entrenaron de manera individual durante cinco meses en pandemia para evitar la pérdida del rendimiento futbolístico.

1. ESTADO FÍSICO Y COMPETITIVO POST PANDEMIA

  1. Cinco meses de entrenamiento físico individual. Durante 5 o 6 meses los jugadores no pudieron salir de sus casas a causa de la pandemia. En el hogar sumaban alrededor de 6 horas semanales sobre todo con ejercicios para la fuerza resistencia en las primeras semanas y más adelante agregando algunas carreras. Fue imperioso ajustar las dietas para no sumar kg. de grasa.
  2. Rendimiento en la Copa Libertadores. Los equipos que participan de la Copa Libertadores pudieron entrenar en el campo desde 6 semanas antes del primer partido. Al principio sumando carreras sin pelota para la resistencia, agilidad y velocidad, luego incluyendo la pelota y finalmente con tareas tácticas y competitivas en equipo. La verdad es que demostraron aceptable rendimiento desde los primeros partidos.
  3. Efecto de la preparación fisica general. Si en pocas semanas los jugadores recuperaron el nivel competitivo es porque la preparación física general de fuerza y resistencia durante tantos meses resulto muy efectiva para mantener las bases condicionales. Quiere decir que entrenando 5-6 horas semanales, que es la mitad del volumen habitual, fue una base suficiente para posibilitar la rápida recuperación del nivel competitivo anterior.
  4. Entrenamiento hogareño y con el equipo. Parece ser que unas 100 horas de PF general resultaron fundamentales para mantener el estado físico general. Resulta una referencia importante para incluir algún volumen de dichos ejercicios durante el año.
  5. Volumen semanal necesario. Tal vez sea conveniente cumplir con un mínimo de 30% de preparación física (3 h.), 30% de técnica (3 h.) y 40% de táctica (4 h.) y completar 10 horas semanales. Si lo comparamos con las 20 a 30 horas de otros deportes, 10 horas no pueden ser suficientes para optimizar tantos aspectos del rendimiento. Tal vez por eso una preparación hogareña de 5-6 horas resultó suficiente para mantener las bases físicas de nuestros futbolistas. Muchos jugadores reconocen esta falta, por eso contratan a preparadores físicos particulares. El problema es si dichos entrenamientos no concuerdan con las necesidades individuales. Si no es completo el volumen físico, tampoco lo es a nivel técnico. Con el tiempo seguramente comenzará el perfeccionamiento al respecto.

 

CHARLAS VIRTUALES DE PREPARADORES FÍSICOS DEL FÚTBOL ARGENTINO EN ÉPOCA DE PANDEMIA.

En las charlas virtuales de preparadores físicos de fútbol en época de pandemia 2020 se difundieron varias incógnitas.

1) Preparación en el hogar. Como mantener el estado físico de jugadores que debían entrenar en sus hogares con y sin elementos apropiados durante 6 meses. Las imágenes de algunos casos eran elogiables por la creatividad y responsabilidad.

2) Preparación física de hoy. Muchos técnicos incorporan recetas modernas que en total suman menos minutos semanales que antes en base a juegos provenientes de Europa con supuestos magníficos efectos sobre algunas técnicas, la velocidad de resolución mental y capacidades físicas. Muchos ejercicios que incluía el PF son considerados obsoletos, desagradables y excederían el ajustado tiempo de hoy. Resulta difícil convencer a los jugadores que una adecuada preparación necesita más minutos semanales.

Tal vez a nuestros jugadores les hace bien varias horas de juegos reducidos, como compensación al insuficiente tiempo de juego libre que tuvo en su infancia y juventud. El error es considerar al entrenamiento jugado como suficiente para mejorar el estado físico competitivo. Los profes por lo general opinan que resulta deficitario. Pero no hay certeza de cómo, cuándo y cuánto entrenamiento físico se necesita por semana. Al mismo tiempo se observa que algunos jugadores sienten que deben entrenar por afuera del club con preparadores personales.

3) Horas semanales necesarias en el fútbol profesional argentino. Lo real es que con los jugadores que quedan en el país el desarrollo físico, técnico y táctico necesita mas horas semanales, sin límites. Eso debería ser el profesionalismo del fútbol.

4) Resistencia especifica. Hay una tendencia a considerar suficiente el entrenamiento jugado y técnico táctico para transferir eficacia a exigencias físicas durante todo el partido. La realidad es que mediante estos contenidos no se alcanzan los volúmenes necesarios ni las altas velocidades en carreras de más de 20 metros. La solución simplista que suele plantearse es mediante la inclusión de carreras complementarias, sin evaluar otras posibles causas condicionales que originan ese déficit en cada jugador, como pueden ser la Fuerza rápida y resistencia de piernas, la Velocidad, la Velocidad Resistencia, la Fuerza máxima, etc.

 

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