José Néstor Pékerman llegó a Colombia con pergaminos más que suficientes para devolver al país a un Mundial. La selección miraba la Copa por televisión desde hacía más de una década y las frustraciones cada vez se hacían mayores. Los buenos resultados del director técnico con los equipos juveniles de Argentina, a los que sacó campeón mundial, más los cuartos de final alcanzados en Alemania 2006 ilusionaban a todos. La apuesta no falló: Brasil 2014 fue el reencuentro con la cita más importante. Y cuatro años más tarde, en Rusia 2018, el proceso continuó con su crecimiento. El argentino sentó las bases del fútbol colombiano.
Diego Baquero Ospina estudia y analiza a Pékerman. No solo lo hecho en el campo de juego, sino también su entorno, la importancia de su cuerpo técnico y el lazo afectivo que lo llevó a tomar la decisión de emprender este camino más allá del resto de las ofertas que tenía.