La velocidad es la capacidad de realizar, en una situación libre de fatiga, una acción motora máxima, durante corto tiempo.

El éxito en numerosos deportes depende de la calidad (técnica del gesto) y efectividad (velocidad y precisión) de las secuencias de movimiento.

Desde el punto de vista condicional, la velocidad constituye el tercer vértice conformado por las cualidades motoras fuerza-resistencia-velocidad.

La velocidad en el futbol debe considerarse una capacidad compleja, en tanto que abarca no solamente aspectos musculares y neurales, sino también la toma de decisión y la lectura rápida y adecuada del momento del juego.

Entre las diferentes capacidades psicofísicas que componen la velocidad del futbolista tenemos las siguientes, según la clasificación de Weineck:

1. capacidad para realizar las situaciones de juego y sus modificaciones en el menor tiempo posible = velocidad de realización.

2. capacidad psicocognitiva que permite anticipar el desarrollo del juego y especialmente el comportamiento del jugador contrario en el mínimo tiempo posible = velocidad de aproximación.

3. capacidad de actuación rápida a situaciones no previstas en el juego = velocidad de reacción.

4. capacidad para realizar movimientos cíclicos y acíclicos sin pelota a un ritmo alto= velocidad de movimientos cíclicos y acíclicos.

5. capacidad para la rápida ejecución de jugadas con el balón bajo la presión de tiempo y de los rivales = velocidad de aceleración.

6. capacidad de actuar rápidamente y en forma efectiva en situaciones complejas de carácter técnico-táctico = velocidad gestual.

Es indudable que el futbol moderno se ha vuelto aún más complejo al requerir del jugador no solamente una rápida toma de decisiones, sino también una gran velocidad motora que le permita llegar una milésima de segundo antes al balón que su adversario. Grandes jugadores del momento son un ejemplo de ello.

Velocidad de percepción

Durante todo el partido, el futbolista se encontrará con una gran cantidad de información -visual y auditiva- que deberá filtrar y elaborar rápidamente para jugar con fluidez y dinamismo. Esta capacidad instantánea de percepción es lo que se llama ‘inteligencia de juego’, fácil de nombrar y extremadamente difícil de enseñar y aprender.

Los futbolistas más talentosos tienen bien desarrollada la capacidad de cálculo (tiempo-distancia) del recorrido del balón, lo que les permite apreciar con precisión dónde va a aterrizar o en qué tiempo le va a llegar. Los procesos anticipativos son importantes porque la capacidad de reacción dispone de aproximadamente 0.5 segundos para desencadenarse (= respuesta muscular).

Velocidad de decisión

La experiencia de juego del futbolista es muy importante para ahorrar tiempo y poder hacer los movimientos correctos en función de los adversarios, de los compañeros de equipo y del balón. Por otra parte, la VD mejora con el entrenamiento y con un cierto grado de libertad en el juego que le permita probar al jugador constantemente lo que conoce y desconoce.

El jugador experimentado es capaz, a partir de unas pocas señales, de tomar una decisión acertada, mientras que el menos experto necesitará más información y, como es obvio, mayor tiempo para analizarla.

Velocidad de reacción

La velocidad de reacción -como resultado del reconocimiento de una situación, del análisis y del proceso de la toma de decisión- depende de diferentes factores como:

  • tipo de reacción (simple o compleja
  • sexo
  • edad
  • constitución
  • motivación
  • estado de relajación psíquica
  • intensidad del ejercicio
  • por el estado de entrenamiento
  • hora del día
  • grado de fatiga
  • musculatura que interviene, etc.

La diferencia entre reacción simple y compleja reside en que la simple está influenciada por factores heredados, mientras que la compleja puede ser sometida a un proceso de entrenamiento. Pensemos en un portero que deba salir a cortar un balón en un espacio pequeño y rodeado de jugadores adversarios y propios.

El nivel de desarrollo del pensamiento motor tiene una importancia considerable sobre la capacidad de reacción compleja, así como también la tiene la experiencia de movimiento del jugador (práctica de otros deportes, entrenamiento multilateral).

  • La capacidad de reacción es específica en el sentido de que un deportista puede reaccionar rápidamente a una señal acústica y muy mal a una señal óptica o viceversa.
  • Las reacciones de los miembros inferiores son considerablemente más lentas que las de las manos.
  • No existe relación entre velocidad de reacción y de ‘sprint’ (imaginemos a Bolt saliendo lento, pero tomando la delantera después de 60 m de carrera).
  • La reacción óptica tiene un papel preponderante en el futbol y le siguen en importancia la reacción acústica y táctil.
  • La capacidad de reacción depende en gran medida de la motivación, del estado anímico y de la concentración.
  • La capacidad de reacción empeora conforme avanza la fatiga y desciende la concentración.

Esto nos marca la importancia que posee la resistencia para el rendimiento del futbolista, en tanto que le permite recuperarse más rápido entre esfuerzos cortos e intensos y alejar la fatiga.

  • No es extraño entonces que una de las principales causas de lesiones en los momentos finales del partido sea la disminución de la reacción por el incremento de la fatiga.
  • El futbol es de los deportes en los que el rendimiento depende en más alto grado de una gran capacidad de reacción.
  • También es notable que los jugadores más fuertes poseen mejores tiempos de reacción que los más débiles.
  • El mejoramiento de la reacción compleja tiene un efecto positivo sobre la reacción simple, pero no al contrario.

Velocidad cíclica y acíclica

  • Para la velocidad cíclica, la capacidad de aceleración es el componente más importante.
  • La resistencia de ‘sprint’ (velocidad de resistencia de ‘sprint’) consiste en la capacidad de realizar múltiples aceleraciones simples en un partido.

Capacidad de aceleración

El futbol está lleno de momentos de aceleración y desaceleración brusca, ya sea para ganar un balón o para arrastrar la marca o posicionarse ventajosamente en un lugar del campo.

Datos de mundiales pasados nos dicen que las aceleraciones de 0 a 5 m son dos veces más frecuentes que las de 5 a 10, cuatro veces superiores a las de 10 a 20 y 5 veces mayores que las de más de 20 m.

Desde el punto de vista biológico del entrenamiento, son importantes los siguientes puntos:

  • tipo de musculatura; la CA depende en gran medida de la cantidad de fibras musculares de contracción rápida.
  • muchos futbolistas poseen un porcentaje promedio de 60 % de fibras de contracción rápida.
  • los niños poseen un caudal superior de fibras intermedias que los adultos; por ejemplo, los varones poseen hasta un 13 % de fibras intermedias, mientras que las niñas solo alcanzan un 7 % y los adultos un 2-3 %
  • es importante entrenar la velocidad de los niños, ya que esto permitiría transformar fibras intermedias en rápidas con el consiguiente beneficio para el deporte.
  • fuerza de la musculatura.

La fuerza velocidad es uno de los factores más importantes en el futbol, pues aparece en la fuerza de golpeo, en la fuerza de choque, en la fuerza de salto, en la fuerza de lanzamiento del balón y, sobre todo, en la capacidad de aceleración. La fuerza máxima es el componente más importante de la fuerza velocidad y su desarrollo es muy importante.

La pendiente de la curva de fuerza -entendida como parámetro de expresión de la fuerza velocidad- depende especialmente de cuatro parámetros (Burle/Schmidtbleicher):

1.-fuerza de contracción de las fibras musculares utilizadas, es decir, de la sección transversal del músculo

2.-del número de unidades motoras utilizadas sincrónicamente al comienzo del movimiento (coordinación intramuscular)

3.-de la velocidad de contracción de las fibras activadas: el grado de utilización de los impulsos de fuerza iniciales y, por ende, de la fuerza explosiva que se desarrolla, misma que está estrechamente relacionada con las fibras musculares de contracción rápida

4.-de la capacidad de coordinación intermuscular

Para entrenar la fuerza velocidad, puede utilizarse el método pliométrico (fuerza reactiva) y el método de contrastes.

Uso de las reservas energéticas del músculo

La velocidad máxima del futbolista depende, en gran medida, de la magnitud de las reservas energéticas disponibles en la musculatura de las piernas. La reserva de ATP en la célula es de unos 6 mmol/kg, mismos que alcanzan para realizar unas pocas contracciones máximas durante 2 a 3 segundos. Las reservas de CP son de unos 21 mmol/kg de músculo y permiten un trabajo intenso durante unos 6 a 10 segundos.

En ejercicios cortos de velocidad o saltos, se incrementa entre 500 y 600 veces el ATP en comparación con las condiciones de descanso. Esto requiere de una capacidad de transformación máxima e instantánea, así como de una gran capacidad de movilización en el ámbito enzimático. Por esto, al inicio de un ‘sprint’ se produce un aumento de 400 % de las hormonas adrenalina y noradrenalina (denominadas también catecolaminas) y de las β endorfinas (un derivado de la morfina producida por el cuerpo).

La razón por la que el ATP puede resintetizarse tan rápido durante el esfuerzo se debe a que se recurre a las reservas de fósforo creatina cercanas en el músculo. Después de esfuerzos máximos y cortos, la reserva de CP se recupera en menos de 3 segundos.

Importante: la resíntesis inmediata de la CP está limitada por la disponibilidad de O2. Una buena resistencia aeróbica que garantiza un suministro de energía y el abastecimiento de oxígeno, así como pausas activas (no quedarse parado después de un ‘sprint’) después de cada esfuerzo, facilitarán la veloz restauración de las reservas de energía. La capacidad de rendimiento aláctica puede determinarse realizando 3 x 60 m y observando la velocidad de carrera a 6 mmol de lactato. Se observa una concentración menor de lactato en aquellos jugadores que son más rápidos, por ejemplo, en 5 x 30.

Una disminución hasta menos de 3 mmol/kg de músculo producirá una fuerte intervención del proceso glucolítico.

Debe considerarse que valores de lactato entre 6 y 8 mmol/l ya provocan una pérdida de coordinación.

Para determinar los diferentes efectos del entrenamiento sobre las fibras musculares se utiliza la determinación del amoniaco. Solo intensidades máximas producen un aumento máximo del amoniaco, lo que indica que se están afectando las fibras de contracción rápida tipo IIb.

El entrenamiento de velocidad debe realizarse a velocidad máxima para que se activen las fibras musculares ‘correctas’ y las vías metabólicas ‘correctas’, dando como resultado un entrenamiento óptimo.

La velocidad máxima requiere una óptima coordinación entre grupos musculares (coordinación intermuscular), así como de todas las fibras que componen un músculo (coordinación intramuscular).

Los movimientos a velocidades submáximas utilizan tipos de inervación intramuscular diferentes a los de un ‘sprint’ máximo.

Fatiga

La fatiga muscular genera una pérdida, más o menos significativa, de las reservas de energía, aumentando la hiperacidez muscular, que se comunicará a la corteza cerebral, desencadenando inhibiciones en los centros responsables del control motor, lo que tiene por efecto reducir el número y la frecuencia de la descarga de las neuronas motoras. Es decir, en estado de fatiga no es posible correr a velocidad máxima, ya que los procesos de control del sistema nervioso central están influenciados negativamente y no disponen de la coordinación suficiente para el desarrollo de la velocidad.

Esto nos dice que el entrenamiento de la velocidad debe realizarse al inicio del entrenamiento, luego de la realización de ejercicios de calentamiento.

Resistencia de ‘sprint’

La literatura alemana diferencia entre resistencia de ‘sprint’ y velocidad resistencia del atletismo. La resistencia de ‘sprint’ es la capacidad de ejecutar durante todo el partido un gran número de ‘sprints’ sin que disminuya considerablemente la velocidad de desplazamiento.

Para el futbolista no solo es importante la capacidad de aceleración (fuerza de ‘sprint’), sino también la capacidad de realizar múltiples cambios de velocidad con muchas acciones cortas y explosivas.

La resistencia de ‘sprint’ depende del tipo de músculo. Los futbolistas que poseen mayor porcentaje de fibras rápidas, biotipo velocista, se recuperan mejor de los ejercicios de ‘sprints’ repetidos que los de biotipo mediofondista, que tienen más fibras de contracción lenta.

(*El futbol se juega en un mar aeróbico con múltiples intervenciones anaeróbicas alactáticas).

A menudo sucede que se entrena, comparativamente, mucho más la velocidad resistencia que la velocidad. Entre las causas que podríamos citar tenemos:

  • mala disposición del jugador para realizar esfuerzos máximos.
  • pausas completas de 2 a 3’ tampoco son bienvenidas.
  • temor de los entrenadores a que haya lesiones por el esfuerzo, aunque después en el partido haya que hacer ‘sprints’ máximos hasta en el minuto 90.
  • prejuicios que existen en el futbol acerca de que correr rápido no es importante, sino que lo verdaderamente importante es que el balón vaya rápido.

Como muestran algunas investigaciones, un entrenamiento de la velocidad resistencia demasiado intenso (general y especial…con pelota) y frecuente produce una pérdida de velocidad. Los valores de lactato que se pueden alcanzar en un entrenamiento general nunca se alcanzarían en un partido. Así, por ejemplo, en un entrenamiento de VR pueden alcanzarse valores de 15 a 20 mmol/l y en los partidos rara vez se alcanzan valores por encima de 7 mmol.

Valores altos de lactato también podrían disminuir el rendimiento del SNC con una disminución de la concentración e influir negativamente sobre la ejecución técnica y la interpretación del juego.

Dos entrenamientos intensos de VR por semana más la carga de entrenamiento específica podrían producir altos niveles de acidificación pudiendo llegarse a una situación catabólica. De esta forma no se llegaría a la denominada fase de supercompensación, sino que se necesitaría una fuerza anabólica para poder compensar las lesiones metabólicas producidas por la hiperacidez. También reduce la activación de las isoenzimas que producen una formación de enzimas, proteínas contráctiles etc., lo cual impediría una rápida recuperación de la masa muscular perdida en el entrenamiento.

Velocidad gestual

Esta forma de aparición de la velocidad se refiere a la velocidad de la respuesta motora. Está determinada por los procesos de recolección, tratamiento de la información y elaboración (‘output’) de la respuesta motora. En otras palabras, la VG representa la ejecución psicofísica de las acciones técnico-tácticas del juego, basadas en los procesos cognitivos y motores.

El estado emocional producido por la necesidad de éxito aumenta el estrés y, colateralmente, el tiempo de regulación cognitiva. A lo largo de su carrera deportiva, el jugador debe aprender a mantener sus emociones bajo control para evitar errores en las situaciones decisivas del juego. El mejoramiento de la VG no requiere necesariamente un aumento de la velocidad de conducción nerviosa, sino más bien una mejor selección de las señales relevantes provenientes del exterior. Esta capacidad se entrena con ejercicios de juego que permitan al jugador mejorar la capacidad de los procesos de reconocimiento, preparación y decisión rápidos.

Con niños y jóvenes se entrenan estas capacidades con juegos de persecución donde se debe eludir al cazador y/o cambiar rápidamente de carrera a una posición fija, etc.

Literatura:

1.J.Weineck. Futbol total

2.Hofmann,Lames,Letzelter. Einfuhrung in

die Trainingswissenschaft

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